9 jul 2014

La letra

Cuando la mayoría del público no sabía una palabra de inglés, poca gente se daba cuenta de las bobadas que algunas cancioncitas pegadizas vertían sobre las inteligencias.

En español también ha habido siempre ejemplos de canciones muy populares –las llamadas “del verano”, por ejemplo- cuyas letras eran verdaderas mierdas.

El cantante solista medio español, ya lo hemos dicho en otras ocasiones está muy necesitado de un buen letrista. Los músicos de los que se rodean este tipo de cantantes, de los que tanto gusta la actual familia real española, son muy mediocres pero los letristas lo son aún más. Ni por asomo saben lo que es la rima asonante.

La incapacidad para aunar letra y música notables es lo que mueve a los cantantes a mirar hacia las canciones en mayúscula, casi siempre de cuna latino-americana, y cantar por fin algo bueno. Publican discos a los que, en su ingente estulticia, llaman tributo a tal o cual personalidad o género musical y se admiran de estar cantando cosas con fuste.


Dejemos los denuestos y volvamos a la letra de las canciones que era el motor que animaba esto. Aquí tenemos un ejemplo magistral; una letra que, en sí misma, es lección de estilística.