Antes de lanzarse al ruedo, vale la pena decir que hay oídos que no están preparados para el flamenco y, por lo visto, la señora María Barrús Martínez fue una cantaora fenomenal.
No es a ese palo al que vamos sino al aspecto físico ambiguo que nos transmiten las fotografías y dibujos que adornaron las portadas de sus discos. Como ya nos han dicho por imeil algunos lectores: "Es que, al pronto, parece Antonio Molina".
Esta clase de mujer hombruna casi siempre en traje campero, aunque es adecuadísima para el tiempo casposo en el que quedó anclada, nos transmite en cambio un algo tansgresor porque no se puede saber a ciencia cierta cuál es su adscripción sexual y en el mundo de la farándula, ya se sabe que nada es lo que parece.