18 feb 2011

Fahrenheit 451



















La producción de algunos insignes literatos patrios que calientan asientos en la Real Academia, muchas veces es de calidad dudosa. El sargento primero Pérez Reverte, por ejemplo, escribió una novela buena y después ya, con el rollo marcial y el nometoquesloscojones, a vivir.

Podríamos mandar al fuego toda su obra cuando empezase a extinguirse la hoguera de Sánchez Dragó, pero vamos a ser tiquismiquis y sólo le quemaremos un libro: "El pintor de batallas". ¿Para qué hay que leer ese plomo si se puede hacer un curso CCC de fotografía?


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