4 dic 2021

Coplillas populares

 Andan sin norte pastores

y hasta los Magos de Oriente

pues no hallan el referente

para ser adoradores.

Esto, por sí, suena duro

mas por allí estaba oscuro

como los versos siguientes

lo dirán a buen seguro.

San José, hombre prudente,

(en números, un figura)

repasaba una factura

de aquel belén sin igual.

Tan profuso era de luces,

si contamos las bombillas

y la montaña de estrellas,

que era vero via crucis

cada mes poder pagar

el recibo que libraba

Eléctrica del Jordán.

Decidió pues apagar

aquella galaxia entera

y se iluminaba solo

con el cabo de una vela.

Así, ni el pobre angelico

pudo encontrar el camino

(lo que le importó un comino

pues se fue de vaquerizo

con la de la Finojosa).

La oscuridad era frondosa;

ni la excursión de Casinos

pudo entregarle sus vinos,

turrón ni cualquiera cosa.


En un belén tan oscuro

empezó a pasarse apuro.


Ya se auguraba un mal año

cuando Karlos Arguiñano,

junto con los de Avecrem,

les llenó de sopicaldos

de sobre a tutiplén.

Y con eso se arreglaron

pues los obispos glotones

a otro lado miraron

comiendo ricos capones.


 Saque usted la moralina

de este tonto disparate

compuesto por un orate

y con fraterna alegría

absuélvale su osadía

y tómese un chocolate.