Cuando en otro
momento salió el tema de los gases nobles ya vimos que el sistema periódico de los elementos contiene
misterios de raíz no solamente química sino también social porque la sociedad
se comporta según pautas parecidas a las del sistema periódico.
Según dicen los
químicos, a los lantánidos se les llama tierras raras. Tierras porque se trata de óxidos y raras seguramente por la cara puesto que, al contrario de lo que
parece, no son tan infrecuentes en la naturaleza y además son muy útiles. Su
paralelo social serían los radioaficionados que en medio de un mundo, envuelto en
la red de la híper información, son una rareza que, como las palomas
mensajeras, resulta útil.
A su lado tenemos
a los actínidos que son tremendamente inestables y no se encuentran de manera normal en la naturaleza. Los actínidos, pues, existen pero no están y sus
isótopos son tremendamente radiactivos. Son pocos y efímeros. Su paralelo
social son los concursantes de Saber y
Ganar que son pocos (porque se conoce que los listos escasean) y repescables
a perpetuidad. Lo malo es que cuando los recuperan para seguir concursando, se convierten en isótopos
tremendamente radiactivos.