Tras orar durante una hora seguida, junto con la alcaldesa de Valencia, ante la imagen de Nuestra Señora de los Desamparados, hincado de rodillas en un reclinatorio –eso sí- asaz mullido, el ínclito [i Molt Honorable] President de la Generalitat Valenciana , Francisco Enrique Camps Ortíz, declaró a la prensa afín que se encontraba desmesuradamente sombrío por el trato que esta bendita y ofrendante tierra recibe siempre del gobierno central y más concretamente de su artero presidente; pues si bien es cierto que el tren de alta velocidad [raudeza considerable] ya está en Valencia, su prolongación hasta Villar del Arzobispo está, nunca mejor dicho, en vía muerta por causa de las maquinaciones del diabólico dúo Zapatero-Blanco.
Ante la insistencia de los gacetilleros, doña Rita y don Francisco improvisaron una rueda de prensa en la aledaña chocolatería Santa Catalina, donde todos los asistentes fueron agasajados con el típico chocolate a la taza con buñuelos, con cargo a la Excelentísima Diputación Provincial de Valencia puesto que el docto Alfonso Rus Terol también estaba presente y fue precisamente él quien aportó la señera con la que se ciñó el President de la Generalitat Valenciana cuando, terminado el ágape, se cantó el Himno de la Comunidad Valenciana [himen rechional] con buena entonación.
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