26 nov 2010

Arrocerías


De toda la abominable terminología que se mueve entorno a los restaurantes y las cosas del comer, elegimos hoy un vocablo que se ha puesto de moda para designar un tipo de local de comidas.

Se trata de la voz “arrocería” que, con solo leerla, nos invoca a los bobos del bogavante que tan conocedores son de lo bueno.

Si quiere, paciente lector, tener la tranquilidad de eludir un timo, no entre jamás en un local que se anuncie como "arrocería". Allí, más que en cualquier otro falsario figoncete, le perjudicarán la cartera con cuentos de sabiduría culinaria. Los dueños de esos restaurantes se tienen por sacerdotes y sus locales son como los sagrarios del arroz.

En una pizzería no dan la brasa con teoremas, se callan porque saben que sirven bazofia; pero en las arrocerías hay que santiguarse. Es como si hubieran inventado el arroz seco y descubieto el caldoso. ¡Para vomitar!

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