
Cuando han florecido tanto los cocineros de todo pelaje, como los palmeros que les corean hasta crear el mundo gurmandaise, sería tonto dejar pasar ese tren del lustre y el reconocimiento social; de modo que nos conviene insertarnos en él por la vía rápida de saber algo que dominan pocos.
Guisar bien es muy difícil aunque muchas veces hemos oído decir: "Guisa de pena pero el flan chino, lo borda". Ahí es donde queremos ir a parar nosotros. ¡Hagamos cerveza artesanal!
Parece que no, pero está tirado. En las tiendas especializadas venden todo lo necesario para perpetrar una cerveza casera en la que podemos incluir los ingredientes más peregrinos; no pasa nada, se dice que es innovación y a tomar por saco.
Como la mayoría de la peña no quiere gastarse el dinero en empastres, podemos dar la tabarra con el tema sin temor a la competencia y, sin verlo ni comerlo, estaremos metidos de lleno en el mundo gurmandaise cosa que nos sacará del cenagal y dejaremos de ser unos mierdas.