Conchita Bautista,
como todos los cantantes de la era del vinilo –ese camelo mitificado que
requería carísimos y complejos equipos reproductores para oír algo- debió ganar
mucho dinero con la venta de sus discos, los bolos y las pocas películas en las
que intervino; pero competía con grandes valores de la escena musical como Carmen
Sevilla, Lola Flores o, la más jovencita, Rocío Jurado y por eso no era ni
carne ni pescado. ¿Cantante ligera? ¿Tonadillera? Voz gutural, especializada en los grandes certámenes de la canción que durante los años 60 del
siglo XX lo petaban. A una dictadura siniestra como la española, le
interesaba proyectar buena imagen y en todos los fregados había alguien defendiendo los valores musicales patrios.
En fin, la
recordamos aquí junto al gran Augusto Algueró que probablemente sea el
compositor del ADN musical de una o dos generaciones de españoles (con
Juan Carlos Calderón). Los dos son responsables de canciones imperecederas que
forman parte de nuestro genoma cultural.
Hemos elegido “Será el amor”,
interpretada por Conchita Bautista y compuesta por Algueró, para nuestro viaje
en el tiempo porque es bonita y para desmentir a los bobos que, como Alfonso Ussía, sostienen que la compuso para la película “Torrente, el brazo tonto de la
ley”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario