"Nuestro Señor vence a Leviatán", por Gustave Doré |
Una de las partes más interesantes de la prensa es aquella
que se dedica a los hechos sorprendentes que sobrecogen al hombre y son materia
de Bretaña para Hollywood, como por ejemplo el gigantismo marino de los
calamares o las serpientes. ¡Qué madera más preciosa para la almenara de la
imaginación!
La prensa dice, pues, que en California (EE.UU.) están
apareciendo serpientes colosales y que lo inquietante del caso es que, tratándose
de la costa pacífica, detrás de toda esta concentración fenomenal de especímenes,
pueda estar la radiación enorme que está soltando al océano Pacífico la central
nuclear de Fukushima en Japón. En contra
de esta hipótesis se sitúa el Massachusetts Institute of Technology (MIT)
porque, según la opinión generalizada de sus físicos nucleares, el profesor Rajoy
Brey ya descartó todo peligro de radiación en la planta nuclear.
Sea de la manera que sea, lo
cierto es que todos estos hechos tan interesantes como los avistamientos
de OVNIS, suceden siempre en tierras norteamericanas. Y no es cosa baladí; el
pueblo norteamericano lleva en su naturaleza la necesidad de enfrentarse a un
enemigo con la ayuda de Dios.
Así debe ser sin duda. El
Maligno va a la suya por tierra, mar o aire y siempre ataca en los EE.UU. a
pesar de saber de sobra que el gran AAA (Afro-American Archangel) es su
comandante en jefe y perderá la lid.
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