Algunos días, sin saber cómo ni por qué, íbamos al cine con los padres; de noche. No estaba lejos de casa pero la travesía, en la procelosa oscuridad invernal de las calles, era de órdago.
El final de la sesión nos exponía otra vez a los elementos. "Tápate bien la boca con la bufanda que fuera hace mucho frío y te puedes constipar".
Por el mismo camino, a casa; a dormir con muchas mantas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario